Amor
pétreo
Todavía hoy el sol no ha
nacido,
un frío tremendo...
Pero tan solo frío...
Aire fresco que viaja,
por cielo azul con nubes
llenas,
de gotitas de cristal,
que se rompen cuando al
suelo llegan.
Almas que viajan por esa
luz cegadora invisible,
espíritus que madrugan
para irse para siempre.
Luna mañanera tan
blanquecina,
se esconde entre las auras
del cielo celeste.
Y en un bosque perdido,
dentro de un cementerio,
estatuas que vigilan,
cada uno de mis
movimientos.
Estatuas, con gélidas
pieles,
¿cuándo fue la última
vez que suspirasteis?
¿Cuándo exhalasteis
vuestro último respiro?
¿Cuándo dejaron de latir
vuestros corazones?
Ángeles de piedra,
alas que no vuelan,
ojos que no ven,
corazón que no vive.
Tumbas que señalan esas
vidas que mueren,
noches que guardan
memorias en el aire.
Memorias efímeras.
Memorias que se alimentan
del silencio.
De la oscura soledad.
Ay, amor pétreo,
¿cuándo despertarás?
Cada noche duermo en tu
duro pecho,
paso frío, pero me da
igual.
Solo vivo por nuestro amor
inmortal.
Nieve que viste tus grises
hombros,
tu mirada fija en los míos
ojos.
Cuánto deseo emana de mi
vivo corazón,
por traerte a la vida,
simplemente por amor.
La vida te ha castigado,
dentro de una roca,
tus sentimientos se
desvanecieron,
clavándose como flechas
en mi corazón.
Amor que me congela las
venas,
besos que enfrían mis
labios,
dolor inmenso que siento
por ti,
y ahora solo muero...
Ahora solo muero...
Despiértame cuando despiertes.
Renáceme si muero...
Aunque al final, todo lo que he hecho
por ti, mi amado,
será en vano.
Despierta...
Dormida en tus brazos, quedaré,
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