A ti
Hoy
ya no sé dónde despierto.
Vivo
cuando te veo,
y
si no te veo,
me
pierdo.
No
hay soledad para tus besos.
No
hay oscuridad en tu cielo.
Tú,
que el dolor calmas.
Tú,
que por ti muero...
Tú...
Que el tiempo haces corto,
aunque
cuando me hablas,
se
me hace gloriosamente eterno.
Tu
voz que me envuelve,
y
cada palabra acariciada por tus labios,
llegan
dulces a mis oídos.
Tu
voz que toca fuerte mi interior.
¡Ojalá
nunca callaras!
Escucharte
para siempre...
Para
oír susurradas tus dulces melodías.
Y
navegar en tus ojos de miel,
ésos
dos luceros de almendra
donde
me perdí más de una vez.
Acariciar
tu corazón,
besar
tus suaves mejillas.
Aspirar
tu aroma, abrazarte,
y
sentir tus alas al rodearte.
Dibujar
sonrisas en tu rostro.
Llevarte
cerca mía,
como
si estuvieras bajo mi piel,
¿adónde
mejor estarías?
El
viento susurra a lo lejos,
y
me lleva a tus brazos.
Respiro
tu armonía...
¿Adónde
mejor estaría acaso?
Mi
vida está sobre tus manos,
permanezco
en tu dulzura.
Y
ojalá ésto sea eterno...
Al
igual que eterna será tu hermosura.
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