13 noviembre 2013

A ti .

A ti

Hoy ya no sé dónde despierto.
Vivo cuando te veo,
y si no te veo,
me pierdo.

No hay soledad para tus besos.
No hay oscuridad en tu cielo.
Tú, que el dolor calmas.
Tú, que por ti muero...

Tú... Que el tiempo haces corto,
aunque cuando me hablas,
se me hace gloriosamente eterno.

Tu voz que me envuelve,
y cada palabra acariciada por tus labios,
llegan dulces a mis oídos.

Tu voz que toca fuerte mi interior.
¡Ojalá nunca callaras!
Escucharte para siempre...
Para oír susurradas tus dulces melodías.

Y navegar en tus ojos de miel,
ésos dos luceros de almendra
donde me perdí más de una vez.

Acariciar tu corazón,
besar tus suaves mejillas.
Aspirar tu aroma, abrazarte,
y sentir tus alas al rodearte.

Dibujar sonrisas en tu rostro.
Llevarte cerca mía,
como si estuvieras bajo mi piel,
¿adónde mejor estarías?

El viento susurra a lo lejos,
y me lleva a tus brazos.
Respiro tu armonía...
¿Adónde mejor estaría acaso?

Mi vida está sobre tus manos,
permanezco en tu dulzura.
Y ojalá ésto sea eterno...

Al igual que eterna será tu hermosura.


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